El metabolismo es un conjunto de procesos
físicos y químicos que ocurren en las células, que convierten a los nutrientes
de los alimentos en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con todas
sus funciones vitales, como respirar, hacer la digestión, hacer circular la
sangre, mantener la temperatura corporal y eliminar los desechos (a través de
la orina y las heces). Es decir que no sólo utilizamos esa energía para
movernos y pensar, sino también cuando estamos en reposo. Por cierto, la
energía que un alimento le brinda al cuerpo se mide en calorías, y cuando
consumes más calorías de las que necesita tu cuerpo, éstas se acumulan en forma
de grasa.
Más específicamente, en el metabolismo
intervienen dos tipos de actividades: la fabricación de tejidos corporales y la
creación de reservas de energía y la
descomposición de tejidos corporales y de reservas de energía para obtener el
combustible necesario para las funciones corporales. La velocidad y el sentido
en que se producen esos procesos metabólicos están regulados por distintas
hormonas que se fabrican por el sistema endócrino, como la tiroxina (que se
produce en la glándula tiroides) y la insulina (que se produce en el páncreas).
A veces, el sistema metabólico falla y ocurren
los llamados trastornos o enfermedades metabólicas, algunas pueden heredar. La
mayoría suceden porque hay enzimas u hormonas que se concentran de manera
anormal en la sangre o no funcionan correctamente. Lo que sucede es que es que
hay ciertas sustancias químicas que si no se pueden metabolizar o que si se
metabolizan mal pueden causar síntomas graves. Por eso, los problemas del metabolismo deben tratarse y controlarse.
¿Te preguntas cuáles son los trastornos metabólicos? A continuación te doy algunos ejemplos, que tal vez ya conocías:
Galactosemia: es un trastorno metabólico congénito, es decir,
heredado. Los bebés que nacen con este problema tienen dificultad para
metabolizar (asimilar) la enzima del azúcar denominada galactosa (que también
se encuentra en los productos lácteos pero es diferente a la intolerancia a la
lactosa).
Hipertiroidismo: se produce cuando la glándula tiroides segrega
(produce) una cantidad excesiva de tiroxina, lo que acelera el metabolismo
basal. Provoca síntomas como pérdida de peso, aceleración del ritmo cardiaco,
hipertensión, ojos prominentes o
saltones (exoftalmos) y un abultamiento en el cuello que se debe al crecimiento
de la glándula tiroidea (bocio).
Hipotiroidismo: se produce cuando la glándula tiroides o no
existe o produce poca hormona tiroidea (tiroxina), en ocasiones debido a la
producción de anticuerpos que destruyen parcialmente a esta glándula, que por
eso segrega una cantidad insuficiente de la hormona tiroxina, lo que hace más
lento al metabolismo basal. En los lactantes y en los niños puede causar
retraso mental y en el crecimiento, en los adultos provoca fatiga, disminución
del ritmo cardiaco, aumento de peso y estreñimiento.
Diabetes, de tipo 1 o diabetes de tipo 2 : la primera (diabetes tipo 1) ocurre cuando el
páncreas no produce o secreta suficiente insulina (se requiere insulina para el
tratamiento), la segunda (diabetes tipo 2) se produce cuando el cuerpo no
responde a la insulina en forma adecuada, tiene resistencia a la insulina que
se produce.